Recuerda, es un MacBook
Publicado por Pablo Asekas
Ayer Apple presentó un nuevo modelo de MacBook, resucitando así la categoría que dejaron de usar hace casi cuatro años. Este nuevo portátil llama mucho la atención por su novedoso diseño y la eliminación masiva de puertos dejando sólo un puerto USB tipo C y un jack de 3,5mm.
Además, el portátil es muy fino y ligero. Tiene un diseño rompedor puesto que carece de ventiladores, se ha reducido al máximo su placa base y ha habido un rediseño masivo de todos sus componentes (pantalla, teclado, trackpad, batería, etc).
Todas estas novedades han llamado mucho la atención de los que nos encanta la tecnología, tanto es así que a la gran mayoría se nos ha pasado por la cabeza el hecho de adquirir uno, pero hay que recordar una cosa, es un MacBook.
En el pasado, Apple usaba la categoría MacBook para proporcionar ordenadores portátiles Mac con prestaciones normales, diseñados para el usuario medio que quería navegar por Internet, comprar online, consumir vídeos y fotos y crear algún documento que otro. Eso no ha cambiado con este nuevo modelo.
Un portátil limitado
Al margen de que su nuevo procesador Intel Core M de doble núcleo rinda más o menos, el objetivo de este portátil no es el de realizar tareas muy pesadas de forma periódica. Lo vemos claramente con la carencia de un sistema de refrigeración. Al no tener ventiladores, si sometemos a altas operaciones al procesador, acabará por dañarse al no poder disipar el calor generado –siempre y cuando sea una rutina y no un hecho puntual.
La carencia de puertos de entrada y salida también hace que sospechemos del uso al que está enfocado. Si bien por un lado, Apple está mostrando el que él ve que es el futuro de los ordenadores portátiles (como pasó con las disqueteras y más recientemente con los reproductores de CD-DVD). ¿Significa esto que Apple no quiere que se usen más los puertos y desea eliminarlos todos? Puede, pero no todavía. Significa que su concepto de ordenador portátil tiene que ser un equipo ligero y muy portable ante todo, y además apuesta por las tecnologías inalámbricas para realizar todas las tareas que antes realizábamos con los cables.
Por ese motivo se permite el lujo de limitar tanto los puertos de su nuevo equipo, porque sabe que ahora mismo tanto los componentes del ordenador como las características de OS X –que llevan mucho tiempo desarrollando– pueden suplir de alguna forma esos puertos y que el público al que está enfocado apenas va a notar la diferencia.
Alguien tiene que ser el primero
Cuando alguien tiene claro su visión de futuro y quiere hacerlo realidad, busca la manera de ir poco a poco ejerciendo ese cambio. Este es el paso natural para hacer cambiar a la gente de a pie de mentalidad. Si no empiezan ya, nunca llegarán a ese futuro deseado y por eso han lanzado este dispositivo.
Puede que la mayoría de nosotros no estemos listos para asumir la totalidad del uso de este nuevo dispositivo, pero dentro de un tiempo, cuando veamos que el impacto no es tan grande como el que pensamos que tiene ahora, empezaremos a asumir que no era tan descabellado reducir puertos respecto a la ventaja ganada en diseño y peso.
Sigue siendo un MacBook
Aún así, si esto que he comentado no hace que veas con mejores ojos esta obra maestra de ingeniería, siempre queda pensar que sigue siendo un MacBook, un ordenador destinado a un público especifico que necesita mucha portabilidad —como periodistas, estudiantes, etc.— y nada más. Cualquier persona que no necesite la portabilidad masiva que nos da este equipo estará invirtiendo mal su dinero.
En cualquier caso, creo que Apple ha demostrado un potencial enorme en cuanto al hardware que pueden desarrollar y que la inclusión de los dispositivos iOS entre sus filas aporta beneficios a otras firmas de la empresa.
Imagen The Verge