Agarrémonos bien fuerte porque vienen curvas. Mark Gurman e Ian King han publicado un adelanto de los planes de futuro de Apple en los que pretende abandonar Intel para reemplazarlos por sus propios procesadores.
La iniciativa, llamada internamente Kalamata, está todavía en su fase inicial de desarrollo, pero forma parte de una estrategia mayor para hacer que todos los dispositivos de Apple – incluyendo Macs, iPhones y iPads – trabajen de una forma más similar y sin roces juntos, […]. El proyecto, aprobado por los ejecutivos de la empresa, probablemente dará como resultado en una transición de varios pasos.
Así es, la idea pues es reemplazar los procesadores Intel por procesadores diseñados por Apple que cumplan exactamente con sus exigencias y peticiones. Esto ya ocurre a día de hoy con los procesadores del iPhone, iPad y Apple Watch, y es que Apple buscaría exactamente lo mismo: controlar lo máximo posible el desarrollo y diseño del producto, al igual que hace con su software.
La parte bonita de este movimiento está muy clara: al no depender de Intel y poseer el control total sobre uno de los componentes más importantes de un ordenador, podemos obtener ventajas como: velocidad, eficiencia, eficacia, etc. Que a su vez nos podrían aportar mejoras de diseño, más rendimiento de la batería, más vida útil por equipo, etc.
La parte menos bonita, y la que más me aterra, es ver cómo se gestiona la transición para con los desarrolladores. Un ordenador son sus aplicaciones, de nada nos sirve tener el equipo más rápido del mundo si las herramientas que usamos día a día no están adaptadas a la nueva arquitectura . Todo esto son especulaciones, por supuesto, pero es un factor a tener muy en cuenta y que va a estar rondando por ahí hasta que Apple arroje más luz a este hecho.
Apple ha hecho un excelente trabajo a la hora de desarrollar sus propios procesadores, el resultado de dicho desarrollo se puede ver claramente en la ventaja potencial que presentan algunos iPad frente a algunos modelos de Mac. Y aunque no es lo mismo producir un procesador móvil que uno de un ordenador profesional, en ese sentido no hay porqué dudar de la compañía, pero hay otros muchos factores que sí que catalogan este movimiento como delicado cuanto menos.
Puede que sea pronto aún, pero tal vez en la keynote de la WWDC’18 tengamos algunas noticias al respecto.