Cinco cosas que prefiero hacer en el iPad en vez de en un Mac
Publicado por Pablo Asekas
Hace tiempo decidí cambiar el uso que le daba al iPad, en aquella época sólo lo orienté a consumo porque iOS 8 no estaba muy enfocado a hacer cosas y no necesitaba hacer mucho más.
Pero a medida que volví a usar el iPad de forma diaria, me di cuenta de que prefería hacer ciertas cosas en la pantalla de cristal que en un ordenador.
Llegó iOS 9 y cambió mi perspectiva respecto al iPad —y eso que mi iPad 3 no soportaba la mayoría de las características novedosas del sistema operativo. Pero ahora que ha llegado el iPad Pro de 9’7 pulgadas, he podido probarlas todas en su máximo esplendor y puedo confirmar que, en efecto, me gusta mucho más realizarlas en el iPad que en el Mac.
1. Navegar en Internet
Adoro navegar por Internet en el iPad. Tocar la web con la palma de tus manos, de arriba a abajo, una y otra vez. Leer, descubrir, buscar, guardar.
Da igual dónde estés que puedes hacerlo sin problemas: en la mesa, en clase, en el trabajo, en el baño, en la cama, en el sillón, en transporte público, etc.
Además, no sé porqué pero disfrutar una web en modo vertical me encanta. Tal vez porque ahora la mayoría son responsive y se pueden ver sin problemas, pero todo se ve tan bien que es una gozada.
Eso sí, odio las versiones adaptadas a tablets. En serio, desistid de intentar hacer versiones raras enfocadas al iPad, no solo no funcionan correctamente 1Me pregunto si alguno la habrá probado en una tablet en realidad. sino que además desaprovechan la mayoría de las cosas buenas de tener una pantalla como la del iPad.
2. Escribir
Cada día disfruto más al escribir mis artículos en el iPad. Es tan versátil que puedo hacerlo en cualquier lado, cosa que no me pasa con un ordenador.
Con el iPad puedo escribir en un teclado de tamaño completo en la mesa, con el iPad en el regazo, con posturas raras en el sillón, en el propio Metro con su teclado partido o de pie mientras espero a ser atendido en la consulta del médico.
No sé que tiene la pantalla de cristal que me llama mucho más que un teclado físico, pero ahí está y me encanta. Gracias a este pequeño dispositivo y su versatilidad, he podido emplear mucho tiempo muerto en una de las cosas que más me gusta hacer, escribir.
Si a eso le sumamos que Ulysses es plenamente compatible con iOS y su multitarea, y que con Workflow puedo automatizar sin problemas la publicación de artículos, obtenemos un dispositivo desde el que publico todos los artículos, incluso si he estado todo el día escribiéndolo en un Mac.
3. Ver películas, series o vídeos
Debido a su extrema portabilidad, suelo consumir mucho contenido en él. YouTube, Netflix, cualquier servidor externo de vídeos… Da igual, la mayoría está adaptado al iPad y puedo reproducirlo desde el iPad sin problemas.
No desaprovecho la oportunidad de verlo en el sillón, mientras como, en la cama, en mi escritorio, etc. Puedo verlo en cualquier lugar sin problemas.
Con el iPad obtengo una mezcla de ver vídeos en el ordenador y en el móvil, obteniendo lo mejor de hacerlo en cada dispositivo. Por un lado, me aporta la movilidad y la cercanía a pantalla del móvil. Por otro lado, me ofrece una pantalla grande y de buena calidad como la del ordenador.
Hay algunas pegas, pero es el medio donde más suelo disfrutar el contenido cuando no dispongo de una buena tele.
4. Tomar apuntes
He escrito una guía para tomar apuntes en el iPad, si te interesa el tema, te ayudará mucho a decidir entre los distintos modelos, las aplicaciones y los stylus, además de darte consejos.
Tomar apuntes en el iPad es lo mejor que le ha pasado a mi vida estudiantil. Sinceramente.
Ya os escribí un extenso artículo en el que os contaba mi experiencia tomando apuntes en el iPad y sus beneficios, pero os recuerdo algunos de ellos:
- Todo en un mismo dispositivo
- Dinamismo a la hora de tomar apuntes
- Mezcla lo mejor de tomar apuntes a mano y tomar apuntes a ordenador
- Posibilidades infinitas si la aplicación es compatible
En el Mac tenía muchas limitaciones. Sí, había asignaturas que me permitían tomar apuntes muy bien, pero en otras era completamente imposible. Con el iPad puedo hacerlo todo sin ningún problema o dificultad.
5. Editar fotos
Todas las fotos que publico están editadas. Todas. Ya sea corrección de colores, edición de elementos, tamaño y proporción o por el simple hecho de ponerle una marca de agua. Da igual cual sea, todas pasan por el taller.
Para editarlas uso Pixelmator, y uno de los motivos de usarla es que tiene una versión para iOS cuya interfaz me parece más útil que la del Mac. Todo está más junto, menos aislado y es más fácil aplicar efectos y cambios.
Además, y esto es algo que he descubierto hace poco, es compatible con el Apple Pencil, de modo que es como si editase las fotos con una tableta gráfica obteniendo precisión y comodidad.
Es posible que para algunos fines más profesionales se quede corta y no tenga algunas características, pero para lo que yo hago es perfecto y muchas veces en las que estoy delante del iMac decido pasar las fotos al iPad y editarlas ahí mismo por el simple hecho de que disfruto más.
Es curioso cómo me ha cambiado un dispositivo tan fantástico como el iPad. Me lo decís hace dos años y no os hubiera creído. Pero en cambio aquí estamos, con dispositivos capaces de sustituir la mayoría de ordenadores corrientes con una antigüedad superior a 4 años cubriendo las necesidades de los usuarios corrientes y encima aportándoles beneficios.
Cada día estoy más convencido de lo que dijo Carlos Burges sobre el cambio del portátil al iPad, no se trata de hacer lo mismo, sino de estar dispuesto a adaptarse a nuevas formas de trabajo, y si lo hacéis, es posible que hasta obtengáis mejores resultados, como me ha pasado a mí.
Me gustaría oír cómo usáis vosotros el iPad, es un tema que me encanta tratar y para hacerlo tenéis la caja de comentarios más abajo o Twitter.
Mientras, yo seguiré investigando e intentando adaptar todas las tareas que pueda a iOS y al iPad Pro, porque ya os digo, que los resultados han sido muy buenos.